Productos similares:
Información del producto
Cada que leo a Gilmer Mesa me lo imagino como un viejo lobo del asfalto parado en una esquina del barrio contándonos, con su vozarrón viril y esa mezcla de sabiduría de calle y erudición libresca, los pormenores del cataclismo que aún nos cimbronea. Recostado en la pared del bar, adolorido y sólido, da cuenta de los episodios más atroces de nuestra historia cercana sin dejar de ver la crepitación de la belleza en medio del desastre.