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Esta obra presenta la tesis doctoral sobre la perspectiva fenomenológica de lectura de las encíclicas sociales de Juan Pablo II. Karol Wojtyla, antes de ser elegido Papa, se dedicó a la fenomenología como método que lleva a comprender la interioridad humana y su capacidad de auto conocerse, autodeterminarse y autorrealizarse. Los textos de su magisterio pontificio son mejor comprendidos desde esta clave de lectura. El trabajo revela sobre todo la dimensión subjetiva de los fines de los trabajadores como personas, que son ignorados por el proceso de producción, centrado en la prioridad del capital. La cooperación humana exige fines compartidos que en el mundo moderno se presentan como modelos de desarrollo. La reducción de estos modelos al progreso material ignora otras dimensiones humanas de gran importancia. Finalmente, la revisión de problemas sociales desde el primer centenario de la Doctrina Social de la Iglesia permite comprender la importancia de los actos morales, los únicos actos de los que todos son responsables con los límites de la libertad para realizar el bien o el mal, opciones de acciones trascendentes (más allá de la conciencia) que son a la vez acciones inmanentes, haciéndonos buenos o malos. El método fenomenológico permite comprender al si-mismo que se encierra en cada ser humano, y desde allí se hace nítido e interpelante el mandamiento de Jesús de amar al prójimo como a sí mismo, que tiene una prioridad: los pobres.Los textos de su magisterio pontificio son mejor comprendidos desde esta clave de lectura. El trabajo revela sobre todo la dimensión subjetiva de los fines de los trabajadores como personas, que son ignorados por el proceso de producción, centrado en la prioridad del capital. La cooperación humana exige fines compartidos que en el mundo moderno se presentan como modelos de desarrollo. La reducción de estos modelos al progreso material ignora otras dimensiones humanas de gran importancia. Finalmente, la revisión de problemas sociales desde el primer centenario de la Doctrina Social de la Iglesia permite comprender la importancia de los actos morales, los únicos actos de los que todos son responsables con los límites de la libertad para realizar el bien o el mal, opciones de acciones trascendentes (más allá de la conciencia) que son a la vez acciones inmanentes, haciéndonos buenos o malos. El método fenomenológico permite comprender al si-mismo que se encierra en cada ser humano, y desde allí se hace nítido e interpelante el mandamiento de Jesús de amar al prójimo como a sí mismo, que tiene una prioridad: los pobres.El método fenomenológico permite comprender al si-mismo que se encierra en cada ser humano, y desde allí se hace nítido e interpelante el mandamiento de Jesús de amar al prójimo como a sí mismo, que tiene una prioridad: los pobres.