Colombia en la encrucijada

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Producto de una recia labor intelectual como así mismo, de su infatigable constancia académica por la investigación, en el transcurrir de los hechos que han forjado la historia de la Nación Colombiana, el Doctor Horacio Gómez Aristizábal, nos sorprende muy gratamente con su magnífica y documentada obra Colombia en la encrucijada.Esta es una fehaciente muestra de la erudición y el conocimiento costumbrista de nuestros pueblos, mostrándonos además una gran diversidad de matices que narrados en forma armónica con base en una descriptiva que ajustada al más crudo realismo nos permiten comprender el mosaico costumbrista del pueblo colombiano.El pensamiento de Gómez Aristizábal refleja un inmenso interés social, a más de darle, de cuando en cuando, pinceladas humorísticas a sus narraciones.Las ideas que acerca de la historia son indagadas por el autor, son fiel reflejo del desarrollo social que ha tenido el pensamiento colombianista. Es indudable que en la historia se da la difusión del pensamiento, pero no la creación del mismo.El análisis de los diversos matices de nuestras gentes corresponden a un justo patrón genético del mosaico de caracteres que existe en el país. Es bastante difícil efectuar una clasificación con un solo modelo, máximo cuando la geografía andina ha dado a sus gentes diversidad de enfoques dese el punto de vista de sus costumbres sociales y ocupacionales.Si tuviésemos en cuenta la variable ecológica, las diferencias son mucho más pronunciadas; a guisa de ejemplo, mientras culturas amazónicas se caracterizan desde el enfoque naturalista por un equilibrio del medio que las rodea, otros asentamientos andinos, son muestra de una desertificación casi total de sus áreas, lo cual permite la consecuente decrepitud socio-económica de sus gentes, con una incidencia marcada en su régimen de vida y fundamentalmente en sus hábitos. Estas diferencias son narradas maravillosamente por el Doctor Gómez Aristizábal, dándole a cada uno de sus enfoques el sentido plástico de su narrativa.En cada capítulo de tan interesante obra se asoma el escritor y el periodista de caudalosa producción, donde el análisis ponderado tanto de nuestros pueblos como de sus aciertos, sus equivocaciones, sus creencias y hasta sus vicios, se convierten en amena y maravillosa prosa descriptiva.Esta es una fehaciente muestra de la erudición y el conocimiento costumbrista de nuestros pueblos, mostrándonos además una gran diversidad de matices que narrados en forma armónica con base en una descriptiva que ajustada al más crudo realismo nos permiten comprender el mosaico costumbrista del pueblo colombiano.El pensamiento de Gómez Aristizábal refleja un inmenso interés social, a más de darle, de cuando en cuando, pinceladas humorísticas a sus narraciones.Las ideas que acerca de la historia son indagadas por el autor, son fiel reflejo del desarrollo social que ha tenido el pensamiento colombianista. Es indudable que en la historia se da la difusión del pensamiento, pero no la creación del mismo.El análisis de los diversos matices de nuestras gentes corresponden a un justo patrón genético del mosaico de caracteres que existe en el país. Es bastante difícil efectuar una clasificación con un solo modelo, máximo cuando la geografía andina ha dado a sus gentes diversidad de enfoques dese el punto de vista de sus costumbres sociales y ocupacionales.Si tuviésemos en cuenta la variable ecológica, las diferencias son mucho más pronunciadas; a guisa de ejemplo, mientras culturas amazónicas se caracterizan desde el enfoque naturalista por un equilibrio del medio que las rodea, otros asentamientos andinos, son muestra de una desertificación casi total de sus áreas, lo cual permite la consecuente decrepitud socio-económica de sus gentes, con una incidencia marcada en su régimen de vida y fundamentalmente en sus hábitos. Estas diferencias son narradas maravillosamente por el Doctor Gómez Aristizábal, dándole a cada uno de sus enfoques el sentido plástico de su narrativa.En cada capítulo de tan interesante obra se asoma el escritor y el periodista de caudalosa producción, donde el análisis ponderado tanto de nuestros pueblos como de sus aciertos, sus equivocaciones, sus creencias y hasta sus vicios, se convierten en amena y maravillosa prosa descriptiva.El pensamiento de Gómez Aristizábal refleja un inmenso interés social, a más de darle, de cuando en cuando, pinceladas humorísticas a sus narraciones.Las ideas que acerca de la historia son indagadas por el autor, son fiel reflejo del desarrollo social que ha tenido el pensamiento colombianista. Es indudable que en la historia se da la difusión del pensamiento, pero no la creación del mismo.El análisis de los diversos matices de nuestras gentes corresponden a un justo patrón genético del mosaico de caracteres que existe en el país. Es bastante difícil efectuar una clasificación con un solo modelo, máximo cuando la geografía andina ha dado a sus gentes diversidad de enfoques dese el punto de vista de sus costumbres sociales y ocupacionales.Si tuviésemos en cuenta la variable ecológica, las diferencias son mucho más pronunciadas; a guisa de ejemplo, mientras culturas amazónicas se caracterizan desde el enfoque naturalista por un equilibrio del medio que las rodea, otros asentamientos andinos, son muestra de una desertificación casi total de sus áreas, lo cual permite la consecuente decrepitud socio-económica de sus gentes, con una incidencia marcada en su régimen de vida y fundamentalmente en sus hábitos. Estas diferencias son narradas maravillosamente por el Doctor Gómez Aristizábal, dándole a cada uno de sus enfoques el sentido plástico de su narrativa.En cada capítulo de tan interesante obra se asoma el escritor y el periodista de caudalosa producción, donde el análisis ponderado tanto de nuestros pueblos como de sus aciertos, sus equivocaciones, sus creencias y hasta sus vicios, se convierten en amena y maravillosa prosa descriptiva.Las ideas que acerca de la historia son indagadas por el autor, son fiel reflejo del desarrollo social que ha tenido el pensamiento colombianista. Es indudable que en la historia se da la difusión del pensamiento, pero no la creación del mismo.El análisis de los diversos matices de nuestras gentes corresponden a un justo patrón genético del mosaico de caracteres que existe en el país. Es bastante difícil efectuar una clasificación con un solo modelo, máximo cuando la geografía andina ha dado a sus gentes diversidad de enfoques dese el punto de vista de sus costumbres sociales y ocupacionales.Si tuviésemos en cuenta la variable ecológica, las diferencias son mucho más pronunciadas; a guisa de ejemplo, mientras culturas amazónicas se caracterizan desde el enfoque naturalista por un equilibrio del medio que las rodea, otros asentamientos andinos, son muestra de una desertificación casi total de sus áreas, lo cual permite la consecuente decrepitud socio-económica de sus gentes, con una incidencia marcada en su régimen de vida y fundamentalmente en sus hábitos. Estas diferencias son narradas maravillosamente por el Doctor Gómez Aristizábal, dándole a cada uno de sus enfoques el sentido plástico de su narrativa.En cada capítulo de tan interesante obra se asoma el escritor y el periodista de caudalosa producción, donde el análisis ponderado tanto de nuestros pueblos como de sus aciertos, sus equivocaciones, sus creencias y hasta sus vicios, se convierten en amena y maravillosa prosa descriptiva.El análisis de los diversos matices de nuestras gentes corresponden a un justo patrón genético del mosaico de caracteres que existe en el país. Es bastante difícil efectuar una clasificación con un solo modelo, máximo cuando la geografía andina ha dado a sus gentes diversidad de enfoques dese el punto de vista de sus costumbres sociales y ocupacionales.Si tuviésemos en cuenta la variable ecológica, las diferencias son mucho más pronunciadas; a guisa de ejemplo, mientras culturas amazónicas se caracterizan desde el enfoque naturalista por un equilibrio del medio que las rodea, otros asentamientos andinos, son muestra de una desertificación casi total de sus áreas, lo cual permite la consecuente decrepitud socio-económica de sus gentes, con una incidencia marcada en su régimen de vida y fundamentalmente en sus hábitos. 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