Bebés brillantes: aprender a contar

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En la década de 1950, el Doctor Glenn Doman en los Estados Unidos, fue pionero en anunciar la importancia de la enseñanza temprana en los bebés. Lo hizo aplicando una metodología diseñada por él a bebés enfermos de parálisis - cerebral. Como observó tan buenos resultados en esos niños, comenzó a utilizar su método en niños sanos y obtuvo un desarrollo superior en ellos. Desde entonces, se supo que la estimulación temprana era algo muy importante y que influiría de gran manera en la vida posterior de todos los niños. El racismo que todavía existía entre 1950 y 1960 en los Estados Unidos, tenía rezagada intelectualmente a la población afroamericana. Después de una década en la que se agudizaron los problemas sociales, en 1972, en el estado de Carolina del Norte se hizo un experimento conocido como "El proyecto Abecedarían", en el cual seleccionaron 111 bebés de madres de estratos bajos y en su mayoría afroamericanas, para que sus bebés recibieran un programa de entrenamiento temprano. Este proyecto, le daba alimentación e información estimulante a cierta cantidad de bebés dentro del grupo escogido y al grupo de control se le daba solo alimentación para mantener las variables cerca. Los resultados fueron sorprendentes porque todos los bebés que recibieron la estimulación estaban mucho más adelantados que los otros del grupo de control. Realizaron un seguimiento hasta los 30 años de todos los niños y encontraron, que todos los que habían sido estimulados, tenían una mejor calidad de vida y mejores trabajos, cosas que los del grupo de control no habían logrado. Se entendió entonces, que la educación temprana era algo fundamental para un mejor desarrollo de los niños y que se reflejaría definitivamente en los adultos. El sistema LAT (Lectura antes de los tres años) de estimulación neuronal activa, solo requiere cinco minutos diarios para su aplicación. Ya que imprime en el cerebro en formación los códigos del lenguaje de forma ordenada en un estilo matricial. El orden planteado en tablas de letras y números hace que el cerebro perciba una organización para el aprendizaje, además de presentar la información básica para que el cerebro haga “CLICK”, y reciba todo de una manera más estructurada. Enseñándole a poner atención directamente en un libro, evitando el síndrome de falta de atención e incrementando la comprensión de lectura a través de sus sentidos.