Por el momento no disponemos de este producto en tu zona. Puedes revisar tu dirección o descubrir otros productos similares.
Información del producto
La inexistencia de un Estado-nación condicionó, en el país que desde 1886 se llamó República de Colombia, la debilidad de los símbolos que pretendían asumir su representación general. Pudo existir por más de un siglo sin un mapa-logo, enarbolar la misma bandera de Catalina de Rusia, tener un escudo con el atributo y el lema más contradictorios y recurrir al Sagrado Corazón como ícono unificador. Que el oro de los indígenas se fundiera para formar lingotes hasta 1940, que no se requiriera de colecciones e instituciones que correspondieran a alguna clase de necesidades sociales para el desarrrollo de una memoria nacional y que acabaran de derrumbarse los clásicos de su literatura.